miércoles, 31 de agosto de 2011

Romance a las Migas

Nuestro buen amigo Juan Antonio Usero (de ascendencia chequillana), nos ha hecho llegar un poema de su aún inédito libro "Los versos del cocinero". ¡Buen provecho!

Tomé un mendrugo de pan,
una silla y un cuchillo.
Sentéme junto al hogar
Y enseguida lo hice añicos,
Finas virutas crujientes,
Oblicuas y en cuadradillo,
Hasta llenar un barreño
Que aquí decimos lebrillo.

Con los dedos de la mano
En el agua sumergidos,
Invoqué la bendición
Y dije yo te bautizo;
a voleo eché la sal
entre salmodias y mimos,
y cubrílo con un paño
para tenerlo dormido

A la mañana siguiente,
Sobre un fuego poco vivo,
Blandí sartén con aceite,
Dos dientes de ajo, tocino
-torrezno, tripa y papada,
tres tajadas y un chorizo-
y el rayo de una guindilla

Puse los cinco sentidos
Y doré bien los bocados,
Saquélos a un plato fino
Y en la grosura restante
Del fuerte y denso tufillo,
Eché las migas, piquélas,
Hasta que aflojé de bríos
Con cuchara de madera.

Combatimos en el sitio
el asalto a la sartén
como leones sombríos
del viejo mundo mostrenco
que almorzó siempre lo mismo.
Cucharada y paso atrás,
Cucharada y trago vino,
Por jerarquías o turnos,
Paso atrás y buen mordisco
A la tajada de cerdo,
A la gueña y al chorizo.

A quien se sale del corro
O no respeta los ritos
Madre o padre le propinan
Tizonazo en los nudillos.

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